
Additionally, the number of postcanines seems to be ontogenetically less variable in the Brazilian species.
#Juan maria traverso plus#
The post-canine number decreases from six plus one erupting in a small individual (preorbitai length: 82.9 mm) to five plus one erupting in the largest specimen (pI. 121.5 mm).This article examines two approaches to postdictatorship cinema: trauma theory, which has been especially popular in reading this corpus, and semiotics, which has regained popularity in film analysis in general but is not often employed when analyzing postdictatorship films. The article claims that, though highly productive in the 1990s, trauma theory has become less fruitful after decades of continuous scholarship and after the emergence of administrations that have made the representation of the dictatorship the center of their public policies, such as kirchnerismo in Argentina (2003–2015).

While trauma theory yields ahistorical analyses, a semiotic approach that takes into account how indexical, iconic, and symbolic signs merge in the cinematic field allows for historical interpretations that are more adequate for reading postdictatorship films, especially after 2003. The article first outlines the main tenets of the two approaches (trauma theory and semiotics), then assesses their suitability for historical interpretation via a brief analysis of Andrés no quiere dormir la siesta, a 2009 Argentine film on the country’s last dictatorship.Įste artículo se propone examinar dos aproximaciones al cine postdictatorial: la teoría del trauma, que ha sido especialmente popular para leer este corpus, y la semiótica, un acercamiento que ha vuelto a ganar popularidad en el análisis fílmico en general pero que no es frecuentemente utilizado en la interpretación de este tipo de películas. El artículo argumenta que la teoría del trauma, aunque productiva en los años noventa, se ha vuelto menos fructífera después de varias décadas de producción académica constante y de la emergencia de gobiernos que, como el kirchnerismo en Argentina (2003–2015), han puesto la representación de la dictadura en el centro de sus políticas públicas. Mientras que la teoría del trauma resulta insuficiente para leer históricamente el cine postdictatorial, una lectura semiótica de cómo los componentes indiciales, icónicos y simbólicos se combinan en la imagen cinematográfica resulta más apropiada para llevar a cabo una interpretación histórica, especialmente después del 2003. Luego de delinear estas dos aproximaciones, el artículo las reevalúa mediante un breve análisis de una película argentina reciente sobre la dictadura militar, Andrés no quiere dormir la siesta.
